Hoy me despertó un fuerte malentendido;
yo quería trabajar en vivir,
y la vida me mandaba a trabajar.
La sobra era oscura,
y yo no quería despertar.
Si hubiera otro como yo
no cabríamos en la cama.
Dos gordos perfumados
la reventarían de tanta poesía.
Hoy vomito, si no en tu cama,
por lo menos en la mía.

